INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA


La siguiente información sobre investigación etnográfica son temas que tienen que ver con diferentes aspectos de la Cultura Tradicional, que han sido tratados en el Blog de la Asociación Etnográfica Don Sancho y están redactados para su difusión a través de internet, y como entradas del Blog, no como artículos científicos de Antropología. Son por tanto, pequeñas pinceladas sobre temas muy extensos sobre los que proponemos hacer otro tipo de estudios en cuanto a extensión y forma.


Si cualquier lector quisiera hacer una publicación, puede enviar un correo electrónico a grupodonsancho@gmail.com


Muchas gracias.

Asociación Etnográfica Don Sancho






El momento del nacimiento de un bebé en la sociedad de la Sanabria de la primera mitad del s. XX es cuanto menos, escalofriante, pero real, como la vida misma. Con transcripciones de testimonios de vecinos de la localidad de Terroso, sabemos gracias a los estudios de antropólogos como Rodriguez Iglesias, como era la vida en la Sanabria a principios del s. XX.





Cuando llegaba el momento del parto, algunas de las vecinas ayudaban a que naciese el niño. No había parteras, sino vecinas con experiencia. La mujer lo hacía en la cama o la hacían sentarse en el escaño para que el niño/a saliese mejor .


“Las que atendían a los partos eran las mujeres todas en general, la tí Prudencia, la tí Isidora, la Tí Encarnación, por ejemplo, de las conocidas. Se le ponía un escapulario de la Virgen en el momento del parto… ponían también una vela, también colgaban unas reliquias del cuello, si es que venía un mal parto… Se colocaba la cruz de Caravaca…”


“En el momento del parto se ponían reliquias en el cuello, también pedían el cordón del alba del cura para ponérselo en la cintura, se colgaba la bolsa de los evangelios, se ponía la cruz de Caravaca de cobre. Se ofrecían velas a la Virgen para tener el niño, para que saliese bien o para dar gracias…antes se gastaban muchos cirios.”


Si nacía felizmente, las parteras limpiaban al recién nacido.


“El cordón umbilical se cortaba a dos dedos del cuerpo y se ataba con un trozo de lino blanco, fino y limpio. No se lavaba al crío, sino que sólo se le limpiaba bien con trapos hasta que era bautizado. No se le lavaba con agua antes del bautismo porque el cura decía que se le quitaban los rezos al niño. A los tres días de nacer se bautizaba. También se preparaba el agua de socorro por si moría el niño.”


La costumbre de no lavar al recién nacido antes del bautismo parecía responder a una prevención contra otros ritos que pudieran hacerle antes de bautizarlo, “no fuera que se le quitaran los rezos al niño”.


Una vez limpio, rodeaban al niño con unas telas de lino; si hacía falta, se le ataba un pañuelo en la cabeza desde la barbilla a la parte alta de la frente para disminuir el posible apepinamiento producido en el parto. En general, procuraban proteger al niño para que al rodearlo con telas, a modo de momia, su cuerpo se fuera haciendo fuerte poco a poco.


“Antes, siendo yo niña, se le ponía una faja al niño desde el pecho hasta los pies, bien enrollada, que rodeaba todo el cuerpo del niño, con pies y brazos. Esto durante todo el primer mes. Era para que las piernas y los brazos no se doblaran. Los niños se quedaban como mazos, tiesos.”


Algunas madres sanabresas tenían un modo muy particular para aliviar las escoceduras que el recién nacido se hacía por el descontrol de sus esfínteres.


“No había polvos de talco antiguamente, así que después de limpiar al niño sucio, la gente cogía un tronco viejo y sacaba de él al sacudirlo un polvillo muy fino, el carunxo, fino como la harina, echándolo sobre un trapo, y luego lo iba guardando en un bote.”


Pocos remedios tenían las parteras para aliviar los dolores y el desfallecimiento de la madre producidos en el parto y después del parto. El remedio era parecido al de otros momentos de enfermedad: un caldo de gallina, chocolate desleido en agua y miel.


“Se mataba una gallina para la recién parida. Se le daba un caldo de gallina, chocolate, buen vino con miel y azúcar…”


Después del parto la mujer pasaba unos días de cuarentena en su casa hasta que iba a la iglesia. Antes de ese acto no podía hacer otras cosas.


Generalmente las madres no asistían al bautizo de sus hijos por mantener precísamente esta cuarentena.









La Asociación Etnográfica Don Sancho desde sus inicios, siempre se ha preocupado por la investigación, no solo de los bailes y los cantos tradicionales de Zamora; sino también de otros aspectos que giran en torno a la cultura tradicional.

En esta entrada del blog, vamos a mostrar auténticas JOYAS TRADICIONALES propias de la Indumentaria Popular de Zamora, pero que son comunes a muchos puntos de las dos Castillas y de León.











Las Collaradas de Coral, con las piedras más gruesas, también llamado de "peso plata", solían ir en varios hilos o cuentas; llegándose a ver collares de hasta 9 vueltas, estando las piedras más gruesas en el extremo inferior. La coralina, que no hay que confundir con las pasta de vidrio, junto con el coral, solían acompañar a diferentes MEDALLAS, que iban colocadas en el centro y en los laterales, por grado de importancia.






Debido a la dependencia de muchas localidades del norte de la provincia de Zamora al Arzobispado de Astorga, y de la gran influencia de las crencias católicas en el pueblo, elementos religiosos forma parte indiscutible de la vestimenta tradicional. Orfebres y maestros joyeros dotan de joyas no solo a las imágenes religiosas, sino también a las familias más pudientes de los pueblos zamoranos. Podemos observar PATENAS y TABLILLAS en plata sobredorada y oro, realizadas por maestros joyeros sabios conocedores del trabajo de la orfebrería. Las patenas son de origen bizantino, así lo asegura Letizia Arbeteta en el libro "La joyería española de Felipe II a Alfonso XIII en los museos estatales "





LOS CRISTOS PREÑAOS, O CRISTOS BARRIGONES, junto con MEDALLAS y BOLLAGRAS (bolas gruesas hechas en filigrana de plata o plata sobredorada) son muy comunes en el norte de Zamora; como en toda la región leonesa





La devoción en las reliquias de santos, hace que aparezcan numerosas joyas llamadas RELICARIOS que muchos, en su interior poséen algún elemento biológico relacionado con el santo/beato; como huesos, pelo, etc; o bien por la supuesta proximidad del santo al objeto.




Junto a estas collaradas, se pueden observar también ARCONCILES o ALCONCILES, que son una especie de tubos realizados en filigrana, terminados en unas originales formas. Estos Arconciles, estaban presentes en collares musulmanes españoles, según estudios de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales. Los CASTILLETES, que son similares pero terminan en forma de torre de castillo. En la siguiente collarada, se pueden observar arconciles. Además, se han introducido pendientes que ya trataremos en otra entrada de este blog






y por último, EL JARDÍN, que recuerda en su técnica de elaboración orfebre a los relicarios, pero éste está lleno de una especie de flores de papel y tela, mezcladas con elementos metálicos, también llamados talcos. Este jardín, del siglo XIX realizado en León, pertenece al Museo Nacional de Antropología, y se observa un Jardín con una crestería profusamente decorada, en su interior dos siluetas infantiles en cera pintada, rodeadas desiemprevivas; dos bollagras o avellanas; dos águilas bicéfalas coronadas por un Santiago Matamoros, dos alconciles y dos Vírgenes del Pilar





Y para terminar os dejamos con una fotografía del Traje de Vistas de La Alberca, Salamanca de 1930, realizada por el magnífico fotógrafo Ortiz Echagüe. 










La Romería de la Virgen de La Concha a La Hiniesta es uno de los momentos del año más importantes de la devoción mariana en la provincia de Zamora, donde se dan la mano, la tradición, la cultura popular y la devoción a la Patrona de Zamora.Esta romería ha ido evolucionando a lo largo de los años para adaptarse a los tiempos actuales, donde miles de personas hacen los 7 km de camino que separan a Zamora de La Hiniesta, para compartir un día de campo en algunos casos, y para memostrar, en la mayoría de los casos, una auténtica devoción y fe por esta imagen.








El origen de la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín es bastante confuso.

La tradición local data su nacimiento en el año 1072, relacionado con los hechos del Cerco de Zamora y la muerte del Rey Sancho II. Así, sería la Reina Doña Urraca quien propiciaría la fundación de la Hermandad.

En el s.XIII, la Cofradía debía de estar plenamente consolidada, al organizar la Romería de la Hiniesta, conmemoración del traslado de una imagen de la Virgen (Nuestra Señora de la Hiniesta) desde la ciudad hasta el pueblo del mismo nombre, ocurrido en 1291. Los primeros estatutos conservados, son los de 1503, fecha en los que son aprobados y en los que se recogen la fusión con la Cofradía de Santiago.





Llama poderosamente la atención en las fotografías antiguas de La Virgen de La Concha, el NIÑO, que luce una peluca, que en la actualidad no lleva, así como el armazón del cuerpo de la Virgen que no parece el mismo en la forma de las caderas, que se reformó en una posterior restauración.



Hoy en día es una fiesta con una gran participación popular, en la que la religiosidad popular se mezcla con una neo-tradición y actualización a nuestros días de una manera asombrosa.








La localidad de Almaraz de Duero, situada a pocos kilómetros de la ciudad de Zamora, ha conservado una de las Danzas de Paloteo más representativas de la provincia de Zamora.



A menudo ha sido eclipsada por la Danza de la cercana localidad de Muelas del Pan, pero cada una de ellas, posée unos elementos y unos lazos característicos. Sin embargo, como en todas las danzas rituales de paloteo tienen numerosos elementos comunes.



Musicalmente, son danzas binarias, con un fuerte componente rítmico, y una células que se repiten constantemente. Este ritmo está claramente marcado por el texto de cada uno de los lazos, que sirven para un mejor aprendizaje tanto de la forma de palotear, como para marcar cada una de las evoluciones coreográficas. El texto es el motor de la danza. La temática de los lazos va desde temas campestres y pastoriles como Las palomas, hasta temas religiosos como El Señor Mío Jesucristo. Puede haber otras temáticas históricas o incluso jocosas, que hablan de personajes del pueblo. Son unas poesías con un intenso sabor popular, que a menudo son una escusa rítmica para marcar el paloteo. Melódicamente están basados en una escala modal, con un ámbito que generalmente no sobrepasa la 6ª, y que marcan fuertes cadencias de V-I, para marcar los choques de los palos más intensos.



Coreográficamente suelen estar danzados en grupos de 8 danzantes (siempre hombres), colocados en dos filas de cuatro, y en algunos casos, un birria o personaje diabólico, que se encarga de estar alrededor de los danzantes saltando groseramente. Cada lazo se repite 4 veces, en las que la misma coreografía cambia de dirección. El movimiento de los pies está supeditado al entrechoque de los palos, siendo unos deplazamientos simples caminando, y en algunos casos saltado, en los desplazamientos más grandes, como en el cambio de calles. La forma de entrechocar los palos puede ser con los dos palos al mismo tiempo, con los palos separados con uno mismo, o entrechocando con los demás danzantes. La postura corporal del danzante es rígida y masculina, moviendo únicamente brazos y piernas.


Simbólicamente estas danzas están cargadas de representaciones, bien de devoción por la confesión cristiana, llegando a entrechocar los palos con el suelo rogando a Cristo; bien de rito de paso o iniciación de la vida adulta, como en los oficios; hasta la representación simbólica de una culebra, con la bicha. Podría hablar del simbolismo de estas danzas tan peculiares por largo tiempo... pero lo dejaré para otra entrada.


Culturalmente han pasado desde la antiguedad hasta nuestros días, incorporándose nuevos lazos, adaptándose a procesiones cristianas, y siendo un elemento identitario de muchos pueblos.


En la provincia de Zamora son representativas las Danzas de Paloteo de las localidades de Muelas del Pan, Tábara, Cañizal, Almaraz, Toro, Puebla de Sanabria, Lobeznos, Villamor de los Escuderos,... y muchas otras prácticamente desaparecidas, de las que solo se conserva documentación que las atestigua, pero nunca hemos podido recopilar.











La Asociación Etnográfica DON SANCHO tiene un especial cariño por la localidad de Pozoantiguo. A principios de la década de los 90, un grupo de vecinos de esta localidad, en un afán de volver a poner en marcha "El Bolero" como ellos lo llaman; se pusieron en contacto con los fundadores de DON SANCHO, para que les ayudaran a intrepretar la música de las danzas más conocidas de esta localidad. Estas danzas son las Boleras, las Alforjas y el Bolero.





Este grupo de Pozoantiguo, re-estrenó el Bolero en un 1 de Mayo de 1991, siendo los músicos componentes de DON SANCHO. Una de las primeras actuaciones del Grupo Don Sancho, antes de formarse como Asociación Etnográfica, fue en Pozoantiguo. Esta colaboración se perduró durante años, ensayando a este grupo, haciendo alguna actuación conjuntamente; e incluso llegando a participar con ellos en algunos Festivales Internacionales de Folklore en Alemania.


En la foto, se puede observar una interpretación del Bolero de Pozoantiguo en la postguerra, y se ven las maravillosas piezas de la indumentaria de la zona, como un tipo de tocados femeninos, llamados "monteras".


A bailar el bolero
y a dar la vuelta...
A los tres cantarcillos,
salada y olé
cuerpo salado,
déjate querer.
A bailar el bolero
y a dar la vuelta...













Zamora posée una de las Semanas Santas con más arraigo popular de España. La semana de pasión adquiere en Zamora una dimensión, no solamente religiosa, sino también cultural y tradicional.



La Semana Santa de Zamora fue declarada de Interés Turístico Internacional en 1974, y sorprende por su sobriedad, la plasticidad en sus calles y el silencio. La expresión castellana de la muerte y resurreción de Cristo, es mucho más austera que otras expresiones de la semana santa.


Os dejo con un elemento de la Semana Santa de Zamora, que es la CAPA PARDA, capa que se utilizó tradicionalmente en la comarca de Aliste, como elemento en la vestimenta tradicional masculina en las bodas; y también otras más sencillas en la labor del pastoreo.









El carnaval, como una fiesta de caracter universal, también tiee sus peculiaridades en la Provincia de Zamora. La tradición carnavalera ha sido muy importante en la Comarca de Toro durante siglos, pero hay otras muchas localidades zamoranas que tambián han celebrado esta fiesta invernal.


El origen de esta fiesta se remonta probablemente a las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el Dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas.



El término carnaval proviene del latín medieval "carnelevarium", que significaba "quitar la carne" y que se refería a la prohibición religiosa de consumo de carne durante los cuarenta días que dura la cuaresma.


Antropológicamente hablando, uno de los carnavales que demuestran su valor etnográfico es el carnaval de Villanueva de Valrojo, Zamora; en el cual los cencerros y las máscaras son el centro. En otras localidades como Abejeras, también se celebran estas cencerradas.




Fotos de las máscaras de Villanueva de Valrojo y Abejera.














Ahí va una foto del recuerdo... de los primeros Grupos de Coros y Danzas de la Sección Femenina de Zamora, bailando el archiconocido "Bolero de Algodre".


La Sección Femenina de Falange se creó el 12 de Octubre de 1934 como una manera de participación de las mujeres en los principios del movimiento de José Antonio. En las secciones provinciales se reforzaba una fuerte formación doctrinal en valores morales.


La utilización política del folklore y de las tradiciones como búsqueda del espíritu "nacional" fue una constante desde el régimen franquista, hasta nuestros días. Actualmente podemos seguir viendo múltiples ejemplos de como se utiliza una tradición adulterada y nada fiel a la cultura del pueblo con fines políticos. Eso es "folklorismo" (JOSEP MARTÍ, Centro Superior de Investigaciones Científicas) ¿Cuando se ha visto en la tradición ibérica que se junten 5000 gaiteros en el Obradoiro para celebrar una victoria electoral o una investidura?








DON SANCHO únicamente sigue manteniendo esta coreografía de esta época, el "Bolero de Algodre", como documento y reflejo de esa época; exactaente con la misma interpretación de hacían los Grupos de S. F. y Educación y Descanso a mediados del S. XX.

Por lo demás, DON SANCHO hace Música y Baile Tradicional de Zamora, que han sido recopilados por la propia Asociación, y se muestran en las actuaciones con la mayor fidelidad y rigor etnográfico posible.





Foto: DON SANCHO interpretando el Bolero de Algodre en el Festival Internacional de Folklore de Segovia










En muchas localidades zamoranas, sobre todo en las comarcas de la Tierra del Pan y la Tierra del vino; en los primeros días de febrero toda vía se siguen celebrando "las águedas". Son Cofradías de mujeres, que durante esos días toman el mando, abandonan sus tareas cotidianas para disfrutar con comidas, bebidas y bailes de esta fiesta tan tradicional en Castilla y León.





Esta foto es una de ellas, las Águedas de Peleagonzalo, localidad cercana a Toro, tomada en 1947. En la cual se pueden observar unos maravillosos "capidengues" (prenda que está apoyada en los hombros en la foto) y un curioso tocado de paja.

En Peleagonzalo las aguedas van complementadas con unas varas de madera que usan para golpear a los mozos jóvenes del pueblo, como señal de mando.









El peinado tradicional en la provincia de Zamora depende de la moda, época, uso y costumbre del traje que vaya a ponerse. El más extendido es el moño con todas sus variedades, puede ser un moño bajo, bordeado o no por treza; moño de picaporte; moño con raya al medio; moño con ondas al agua; moño con rodetes; etc





Otra variedad del peinado son los trenzados, que van desde los 7 cabos hasta los 3. La mayoría de las veces en una sola trenza, aunque pueden ir ocasionalmente en dos unidas al final. A menudo estos trenzados van acompañados con otras maneras de recoger el pelo, como rodetes o moños.


El adorno del pelo se suele realizar con cintas de seda o "colonias", puestas alrededor del pelo, en forma de lazo o al final de la trenza, o como en este caso de ambas maneras.







Música y Baile Tradicional de Zamora - España